Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA, I



Comentario

Capítulo octavo


Del quinto signo, llamado ce ácatl, mal afortunado. Dezían que los que nacían en él, especial si nacían en la nona casa que llaman chicunaui cipactli, eran grandes murmuradores, nobeleros, malsines, testimuñeros, etc. Dezían ser éste el signo de Quetzalcóatl, donde la gente nobleza hazía muchos sacrificios y ofrendas a honra de este dios

El quinto signo se llama ce ácatl. De este signo se dize que todo es mal afortunado. La segunda casa se llama ume océlotl; la tercera casa se llama ei cuauhtli; la cuarta casa naui cozcacuauhtli; la quinta macuilli olin; la sexta chicuacen técpatl. De todas estas casas dezían que eran mal afortunadas, porque eran de Quetzalcóatl, el cual era el dios de los vientos.

Cuando començava a reinar este signo, los señores y principales hazían ofrendas en la casa de Quetzalcóatl, que se llamava calmécac, donde estava la estatua de Quetzalcóatl, a la cual estos días componían con ricos ornamentos; y delante de él ponían flores y cañas de humo y encienso, y comida y bevida; dezían que éste era el signo de Quetzalcóatl.

Y dezían que los que en él nacían, ahora fuessen nobles, ahora fuessen populares, siempre vivían desventurados y todas sus cosas les llevava el aire. De esta misma manera dezían de las mugeres que nacían en este signo. Y para remediar el mal de los que nacían en estos días, los adivinos que entendían en esta arte mandavan que fuessen baptizados en la séptima casa de este signo, que se llama chiconquiáuitl. Baptizándose en esta casa, dezían que se remediava el mal del día en que havía nacido y cobravan la buena fortuna, porque dezían que esta casa de chiconquiáuitl era casa clemente; y los que nacían en esta casa, luego los baptizavan el mismo día. De la mesma calidad dezían ser la casa que se sigue, que es chicuei xúchitl.

La octava casa de este signo se llama chicuei xúchitl. Dezían que eran bien acondicionados los que nacían en ella; luego se baptizavan el mismo día. [La] que era novena casa, que se llamava chicunaui cipactli, la tenían por mal afortunada. Los que en esta casa nacían dezían que eran mal acondicionados y reboltosos, y amigos de riñes y sembradores de discordias, y mentirosos, y que ningún secreto guardavan; y son pobres y malaventurados todos los días de su vida, etc. La décima casa de este signo se llama matlactli écatl. Dezían que era de buena fortuna con las otras tres que se siguen, que son matlactlioce calli y matlactliomome cuetzpali y matlactliomei cóatl; todas éstas eran de una misma condición. Dezían que los que nacían en estas casas serían honrados y ricos y reverenciados de todos, ahora fuesse muger, ahora fuesse hombre.